Crítica: Ranma ½ con su doblaje latino
El remake llega a la plataforma con un problemático doblaje.La obra de Rumiko Takahashi, Ranma ½, vuelve a la pantalla chica nuevamente de la mano de Netflix. Este remake viene con una fuerte renovación con el gran talento de la productora animada MAPPA (Jutsu Kaizen, Chainsaw Man) con fuertes deseos de actualizar esta emblemática historia.
Sinopsis: Akane Tendo es la menor de las tres hijas de la familia Tendo. Es una joven fuerte y con determinación que ha dedicado toda su vida al entrenamiento de artes marciales. Un día, su padre le comunica que ha arreglado su matrimonio con un joven llamado Ranma Saotome, un chico que no conoce previamente.
Con el lema de ser más fiel al manga que la serie original de los noventa, la obra se da el placer de cambiar algunas cosas con respecto a su primera versión, que aunque no cambie la historia, sí modifica a los personajes. Además de una clara censura a palabras o escenas de desnudez que no se marcaban en la primera entrega, da a imaginar que Netflix trató este producto con un tono más familiar que el anterior. Sin embargo, la animación y el estilo nos dejan de ser un festín audiovisual, sumándose a varios nuevos gags que, por momentos, causan varias risas entre escena y escena.
Otros de los logros de MAPPA fue el nuevo diseño de personajes, dándole más carisma y acentuando aún más las personalidades de los protagonistas. A esto sumándole una nueva paleta de colores que hace más dinámicas las escenas de acción y, en especial, las de comedia. La historia que por el momento es casi un calco al manga, no tiene las pausas y la dramatización que destacaba en la primera versión animada, a pesar de tener otros atractivos más artificiales.
Doblaje con poco sabor a nostalgia
Ranma fue una serie muy popular en los noventa y en el territorio americano no fue la excepción. Es normal que el público otaku de estos territorios pida a gritos al casting original de la primera serie por un tema de nostalgia y comodidad. Por un lado, los únicos actores principales que regresaron fueron Rossy Aguirre como Akane Tendo, Bardo Miranda como Soun Tendo, y Mayra Arellano como Kasumi Tendo. Por otro lado, Carlos Hugo Hidalgo e Irma Carmona, quienes fueron los actores de voz que dieron luz a la primera versión de Ranma, fueron reemplazados por Elliot Leguizamo y Alicia Vélez.
Este hecho es muy particular en el universo del doblaje porque el elenco original principal de Ranma 1/2 en Japón respecta a los actores de voces originales (Kappei Yamaguchi y Megumi Hayashibara) y Akane Tendo (Noriko Hidaka), a eso se suma también a la versión en portugues y castellano. Es entendible que hay que apostar a nuevos talentos, pero en un producto que está pegado directamente en la nostalgia puede que genere un malestar entre los más puristas del anime. Sin embargo, las actuaciones de Elliot Leguizamo y Alicia Vélez han quedado en un buen nivel, junto a las interacciones de Rossy Aguirre generan buenas dosis de humor y entretenimiento.
La mayor problemática que sufre el doblaje igual no pasa por el recasting, sino en la mezcla de sonido. Por momentos, en especial en las peleas y gritos de sorpresa, se pueden escuchar las versiones de audio en japonés. Generando un cambio en el personaje brusco y confuso, en especial en la personalidad de Ranma. Además, de que claro está, que un grito japonés no es lo mismo que uno mexicano.
A pesar de este pequeño inconveniente con el doblaje, la serie de Ranma ½ sale a flote con un buen guion, pequeños chistes y una buena animación que deja a cualquier espectador a la espera de un nuevo capítulo por semana.
Puntaje: 7.5/10